Domingo de Resurrección - Rutina
RUTINA En esas nuevas rutinas él empezó a progresar profesionalmente, tuvo un ascenso en su empresa y me propuso dejar de trabajar en la fábrica. Pensé que con lo que ganaba él nos arreglaríamos y así podría dedicarme más al niño. El me prometió que buscaría más tiempo para estar con nosotros. Aunque sabía que hacía esfuerzos para atendernos, estaba entregado a su trabajo y la actividad política. Continuaba siendo tierno y solícito en la cama y aunque la pasión no era la misma de los primeros años, seguía estando muy viva, no me quejaba de eso, pero tenía que hacer sola la mayor parte de las cosas cotidianas y no soportaba tener que sacrificar algunos fines de semanas, porque él estuviese en sus cosas. Él se justificaba con que así estaba todo el mundo, unos por una cosa otros por otra, pero eso no me tranquilizaba, no me sentía feliz. Volví a quedar embarazada, deseábamos que fuera una niña y yo pensaba que este nuevo hijo nos iba a unir más. Vino la niña, morena de ojos o...