Entradas

Mostrando entradas de junio, 2024

Domingo de Resurrección - Rutina

Imagen
  RUTINA En esas nuevas rutinas él empezó a progresar profesionalmente, tuvo un ascenso en su empresa y me propuso dejar de trabajar en la fábrica. Pensé que con lo que ganaba él nos arreglaríamos y así podría dedicarme más al niño. El me prometió que buscaría más tiempo para estar con nosotros. Aunque sabía que hacía esfuerzos para atendernos, estaba entregado a su trabajo y la actividad política. Continuaba siendo tierno y solícito en la cama y aunque la pasión no era la misma de los primeros años, seguía estando muy viva, no me quejaba de eso, pero tenía que hacer sola la mayor parte de las cosas cotidianas y no soportaba tener que sacrificar algunos fines de semanas, porque él estuviese en sus cosas. Él se justificaba con que así estaba todo el mundo, unos por una cosa otros por otra, pero eso no me tranquilizaba, no me sentía feliz. Volví a quedar embarazada, deseábamos que fuera una niña y yo pensaba que este nuevo hijo nos iba a unir más. Vino la niña, morena de ojos o...

Los nombres del olvido -Vídeo

Imagen
El pasado 21 de Marzo envié a la blogosfera una nueva botella, con el resumen de la producción como escribidor en los últimos años. De todo esto, hasta ahora, sólo he publicado, con formalismo de Editorial por medio, la novela "Los nombres del olvido", aun en fase de promoción. No es que me esté empleando a fondo en esa promoción, pero algo hay que hacer, y lo último un vídeo con la sinopsis fotográfica de su contenido. Está publicado en mi muro de Facebook y en el canal YouTube de la Editorial Círculo Rojo.

Domingo de Resurrección - Miedo

Imagen
  MIEDO   Yo trabajaba ocho horas de lunes a viernes, atendía la casa y el niño, él trabajaba las mismas o más y se dedicaba a estudiar. Sólo nos veíamos por la noche, bañábamos al niño y jugábamos un rato con él juntos. Hacíamos el amor deprisa los días entre semana y más tranquilos, si el niño nos dejaba, los sábados y domingos. Los sábados era nuestro día de salida en familia, buscando cualquier rincón verde en medio del cemento, las cervecerías que oliesen a gambas, algo de ese olor característico que nos transportase a nuestra tierra, a los bares de nuestra tierra. Bromeando él siempre me decía que entre semana era un engrase ligero y el sábado y domingo el petroleado de bajos. Pero el cansancio iba instalando entre nosotros una cierta rutina. Vinieron tiempos convulsos e inciertos, excepcionalmente convulsos e inciertos para mi forma de ver la vida entonces. Por eso cuando supe que parte de su misterioso ir y venir no tenía mucho que ver con ninguna otra mujer, s...