Aranceles

 

ARANCELES

Ya estamos de nuevo con las palabritas de moda, que se hacen virales en pocos días, que rebotan por todas las esquinas  de las redes y los medios, haciéndolas omnipresentes en nuestras vidas comunes.

Lo peor es que no se trata de una mera cuestión léxica que se usa en la esgrima verbal, no, esas palabras de moda definen  conceptos que impactan en nuestras cotidianeidades con contundencia decisiva.

Si alguien nos dice ahora "prima de riesgo" la asociamos rápidamente con el austericidio de la segunda década del siglo que discurre, que llenó a rebosar las colas del paro y dejó en los huesos a los bancos de alimentos. Que decir de "pandemia",  confinamiento y miedo a la nueva peste, que aún no hemos superado del todo.

Pues ahora viene "arancel" a sustituirlas en el imaginario colectivo, y rápidamente resucita a otras palabras olvidadas como "alcabala" y "arbitrio", que suenan a medievales , o al menos a anteriores a la revolución industrial,  y a "fielato" como instrumento de ejecución de ambas. 

Así que ahora que andábamos intentando aprender como gestionar la posmodernidad, la globalización, viene "arancel" a desmontar todo el escenario del libre comercio, paradigma de las ideologías ganadoras del nuevo orden, que queda completamente al pairo,  en una situación de inestabilidad en la que medran las aventuras más disparatadas, hasta que tras el ciclo de la tormenta, cuyo alcance desconocemos, venga un nuevo periodo de calma, o no.

Lo que está claro es que la globalización ha sufrido en estos días un parón en seco, y si no aparecen nuevos equilibrios o el imperio que se pretende hegemónico retrocede, el caos está garantizado. Todas las economías van a necesitar adaptarse a la nueva ola proteccionista, cuyo alcance está por ver. Todos los vamos a sufrir en nuestro bolsillos, y cuando más vacíos estén esos bolsillos, más duro será el golpe.

Estas palabras de moda nunca vienen solas, necesitan de la compañía de otras para definir el concepto, la idea que pretenden imponer,  aunque se diga o no se diga expresamente , aquí está sonando la trompetería de palabras que dan escalofríos, tales como "espacio vital", "anexión", "ocupación".

¿Suena disparatada la palabra "Anschusll" ?, cuando hoy se pretende hacer con Canadá lo que ayer se hizo con Austria, o "Drang nach Osten" empuje hacia el Este, ayer con Rusia hoy se quiere hacer con Groenlandia. Que decir del "otro" como causa de todos los males, del cuerpo extraño social, al que hay que expulsar, eliminar, para vivir el sueño de la vuelta a los principios y la pureza de los valores.

Cuando todos estos conceptos se manejan con soltura por quienes tienen el poder económico y militar para hacerlo, es porque ya tienen la determinación de aplicarlos, y a los demás sólo nos queda , viendo venir la bola,  defendernos y prepararnos para el impacto, sabiendo que va a ser duro.

Ojalá todo fueran fanfarronerías del que se cree investido para una misión superior, pero justo por eso , los iluminados saben que su misión producirá daños colaterales y están dispuestos a asumirlos. No les temblará la mano, a menos  que frenemos con eficacia su intención de dolo.

Veamos la botella medio llena, nos han despertado de la siesta del progreso continuo hacia el Hombre Grande, y ahora toca asumir el tiempo de retroceso al Ancién Régimen de alcabalas  y arbitrios, y combatirlo en defensa propia.