Las aguas, arroyos, lagunas, ríos y mares

Las aguas fuente de vida, somos mas que nada agua. El agua mágica, que guarda en la memoria de cada molécula el relato de su viaje.

El agua del arroyo que cruza Gatos, de la laguna de la Dehesa, que caracolea bajo las sombras de los pinos y la encinas.

El agua que surca el aíre en las alas del águila real, corretea el monte en las patas del lince y  aletea  en el vuelo bajo de la paloma.

El agua, cuyo reflejo a la luz de la luna ilumina el maleficio de la mariposa que cantara Lorca.




El agua del río sagrado, donde emergen sin mácula de pudor las ninfas sacerdotisas de las Diosa tartésica ,  cuyo eco resuena en el peregrinar de nuestros días.




El agua del tres veces río,  Guadalquivir que navegase el samurai aventurero hasta las ribera de la Coria de albures en adobo y torteritos.



Las aguas saladas del Estrecho, testigo de la brega, la lucha de los atunes y el hombre en  la almadraba.


Del trasmallo recogido con primor en las anchas orillas del Atlántico.


El Atlántico que deposita, como en una cuna, los troncos náufragos que arrastra en la pleamar hasta la cuesta de Maneli.


O nos envuelve en una misteriosa bruma en algunos atardeceres rojizos.


Que nos llena de plácida serenidad mientras lo miramos tras las ventanas.


Y  une en perfecta simbiosis a caballo y jinete en el chapoteo de la orilla.


El agua, las aguas, objeto y sujeto de la misteriosa atracción que nos une a ellas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Melancolía - Todo tiempo pasado fue anterior.

El sinvivir de la vivienda.

La rana en agua hirviendo, y peor que se va a poner.